Promising Young Woman y la tragedia de la venganza
¿Las personas cambian? Es posible. Pero, si hay algo que no cambia son las acciones, y estas tienen consecuencias. No importa cuánto tiempo haya transcurrido, o qué tanto hayan cambiado los actores: la responsabilidad en los hechos es algo que siempre está ahí. Sí, hay matices importantes según el caso, evidentemente, el problema está cuando se intenta eludir dichas responsabilidades y surge la impunidad. Es un problema porque así es como nacen muchas de las injusticias, y no todos están dispuestos a aceptarlas poniendo la otra mejilla.
Promising Young Woman (Emerald Fennell, 2020) sigue la historia de Cassandra "Cassie" Thomas (Carey Mulligan), una joven que abandona sus estudios de medicina luego de que las autoridades pasaran por alto la violación de Nina, su amiga de toda la vida y compañera de clase. Años después, Cassie se ha convertido en una vengadora que no se detendrá hasta hacer pagar a los culpables del declive de su vida y la de Nina. La película es una potente crítica social hacia algunos temas tan presentes en la realidad, que desearíamos que solo fuera fruto del ideario de Emerald Fennell, directora y guionista. Impunidad, cinismo, mentiras y abusos son el motor que hace carburar la venganza de Cassie.
Las obras cuya trama principal es la venganza pueden ser enfocadas de muchas formas, al fin y al cabo, a todos nos gusta ver en la pantalla a alguien ultrajado haciendo pagar a los culpables. Pero, no todas tienen porqué ser John Wick, en términos de enfoque. Si las películas del personaje de Keanu Reeves se orientan hacia un plano puramente de acción frenética, la protagonizada por Carey Mulligan va por otro camino, porque no necesariamente persigue entretener –que también lo hace-, sino más bien, reflexionar.
Promising Young Woman, a diferencia de otras del mismo subgénero, no utiliza la vendetta de su protagonista como el centro del todo, pues la emplea como el medio para mostrar su mensaje. Sobre esto, el ritmo narrativo por el que apuesta Fennell es una demostración inequívoca de lo que plantea. El inicio pausado y un poco confuso sobre el devenir de la trama, al mostrar poco, nos sumerge en la vida de Cassie, deambulando sin un rumbo claro. A medida que van transcurriendo los minutos, resulta curioso que los tramos más ágiles no sean tanto las vendettas, sino más bien cuando la protagonista intenta darle una oportunidad a la vida y el amor. Porque no, el accionar de Cassie no es algo que haga por gusto, lo hace porque siente que alguien debe traer, al menos, un poco de justicia. Es por ello que, al final, una vez no queda nada más que eso, tampoco se siente como un frenesí de gloria y satisfacción por “lograr” de cierto modo el cometido inicial. Es una tragedia porque el daño ya estaba hecho y, en ocasiones, no se puede revertir.
Decir y Parecer frente a Ser y Hacer
Como toda obra, el mensaje comunicacional de Promising Young Woman gira en torno a las acciones e ideologías de sus personajes. En este caso particular, las contradicciones y desconexiones entre lo que dicen y parecen, y lo que son y hacen, es bastante explícita. Esto es un elemento clave para que la audiencia conecte con la intención del filme y empatice con Cassie. Hay una serie de personajes que, a su modo, ejemplifican muy bien este patrón: Al Monroe, Madison McPhee, Ryan y Jordan Green, además de otros como Neil (alguno lo habrá identificado como Mclovin por ser, efectivamente, el mismo actor) y los hombres del bar.
Al Monroe es la figura que mejor emplea la obra para ejemplificar todo lo que critica. Es un hombre adinerado y exitoso que, por esos motivos, se acostumbró a actuar impunemente. Está escrito para generar animadversión hacia su figura –vaya que lo logran- y poner al espectador del lado de la protagonista. Más allá de su influencia en la trama –él es el principal responsable de la muerte de Nina y, por ende, motivo de la caída de Cassie-, su forma de ver la vida es lo que usa la cinta para mostrar su crítica social. Decir ser un caballero y una buena persona no te transforma en ello, tus acciones, sí lo hacen; pero abusar de otro ser humano, no experimentar un ápice de culpa o arrepentimiento, sino que, al contrario, sentirte una víctima por ser acusado de estos hechos -que efectivamente cometiste-, sí te convierte en un individuo perverso. Al Monroe es solo el mensajero utilizado por Fennell para visibilizar una triste realidad. ¿Cómo no identificarse con la protagonista, si parece ser la única consciente? El mensaje de la obra está muy bien transmitido.
Por otro lado, personajes como Madison McPhee añaden más capas de profundidad a la situación. Madre orgullosa, exitosa y percibiéndose feliz de reencontrarse con Cassandra, en su momento ignoró completamente los pedidos de ayuda por lo acontecido con Nina. ¿Las personas cambian? Posiblemente, pero personajes como Madison hacen pensar en una respuesta tajantemente negativa. Años después no solo no muestra arrepentimiento o culpa, sino que señala a las dos amigas por lo sucedido. No, algunas personas no cambian y solo parecen empeorar. Sin embargo, rumbo al tercer acto realiza cierta acción –esa diferencia entre hechos y palabras que tanto se resalta- que abre un mínimo la puerta a la idea de que las redenciones se forjan con lo que se hace. Nuevamente, otro personaje que cumple su rol narrativo a la perfección.
Ryan es un personaje que parecía ser la excepción a la norma dentro de la película. Una figura del pasado que reforzaba con acciones lo expresado con palabras. No obstante, la revelación del final solo deja ver su verdadera fachada: alguien carente de introspectiva que tampoco se hizo responsable de sus hechos, ni siquiera una década después, a pesar de estar equivocado. Como Madison o Al, justificó lo injustificable demostrando ser alguien diferente a quien parecía y decía. Seguramente el personaje que hizo sentir al espectador igual de desilusionado que Cassie. A veces, la vida actúa de esa manera y Promising Young Woman, lo sabe.
Si a este punto no queda claro que los personajes de esta obra vienen marcados por sus palabras y hechos, Jordan Green (Alfred Molina) lo expone aún mejor. Él fue un abogado dedicado a defender personas de dudosa moral –por decirlo de manera suave, si es que se puede en estos casos- y ayudarlos a salir de situaciones perversas mientras atormentaba a las víctimas. Sus actos hablan por sí solos, pues fue él quien se encargó de absolver a Monroe tras abusar de Nina. Ahora, ¿qué diferencia a Jordan de individuos como Al, Madison o Ryan? Que él sí se arrepintió. Genuinamente.
La aparición de Jordan Green es un punto de inflexiónGreen confiesa a Cassie que lleva mucho tiempo sin poder dormir, atormentado por sus acciones en el pasado. También que renunció a la abogacía y tiene tiempo esperando una oportunidad para, al menos, intentar ayudar. No busca que lo entiendan, tampoco justifica su accionar, ni siquiera persigue el enmendar nada porque el daño brutal ya está hecho. En cambio, ofrece una sincera disculpa que no viene de palabras pronunciadas por su boca, sino desde lo más profundo de su ser. Green se pone en el lugar de las víctimas y reconoce todo el daño que causó y si bien eso no traerá a Nina de vuelta –ni a Cassandra-, sí demuestra que algunas personas pueden cambiar, siempre y cuando lo hagan desde el reconocimiento, y; sobre todo, que salga del corazón, no porque alguien lo pide. El personaje de Alfred Molina ofrece una perspectiva única a la película y es la prueba fehaciente de que, quizás, no todo está perdido. Su arrepentimiento e inestimable colaboración final, transmiten el mensaje de que siempre se puede ayudar a hacer justicia. El perdón de Cassie no son solo palabras vacías, es el reconocimiento de un alma rota a otra, una caricia a la esencia de las personas. Porque eso es Promising Young Woman, una oda a las almas que alguna vez fueron puras.
Cassie y Jordan son dos almas rotas que, de alguna forma, encuentran algo de consuelo en el otro
Melodías de vida y su ausencia
La música en Promising Young Woman es un elemento importante que expone de forma interesante los distintos momentos y situaciones que atraviesa su protagonista. Las escenas iniciales son altamente musicalizadas con melodías frenéticas, justo cuando hallamos a Cassie en un estado de aparente desenfreno, que es prácticamente silenciada cuando entramos a la cotidianidad de su vida. Es una rutina anodina fruto de su rumbo desencaminado, como si su existir hubiera extraviado el soundtrack en el momento en que Nina fue abusada. Para Cassie, la venganza no es algo divertido o gratificante per se; es una circunstancia trágica nacida de la injusticia de quien le es arrebatado su futuro, uno prometedor. Es por este motivo que, los tramos donde se desarrolla la vendetta son acompañados del silencio, como el eco de una habitación vacía, de un alma desierta.
Escena inicial de Promising Young WomanNo es coincidencia que las escenas acompañadas de música a alto volumen, de carácter optimista no sean precisamente de acción, sino de amor. Cuando Cassie le da una oportunidad a su romance con Ryan, y deja que este florezca, es acompañada por la canción Stars are Blind (Las estrellas son ciegas, de Paris Hilton). Por fin había un rayo de luz en la vida de la protagonista que intentaba seguir adelante. Solo que, como titula la balada, la oportunidad de rehacerse le cegó de ver que Ryan no era tan distinto a los hombres que ajusticiaba.
El momento más feliz de la película no es uno de venganza. Es de amor“Aunque los dioses estén locos, aunque las estrellas estén ciegas, si me muestras amor de verdad, cariño, te mostraré el mío”; sí, es una composición cuyo ritmo de pop alegre y su letra que habla sobre amor genuino y alguien que sólo está dispuesto a retribuir si lo siente verdadero, encaja perfectamente con la relación casi shakespeariana entre Cassie y Ryan. Concordando con el mensaje de la obra, es desgarrador apreciar cómo en el momento donde todo parecía ir bien, realmente se estaba fraguando un demoledor desenlace. La música, desde el momento de la revelación de Ryan, no volvió. Sólo lo hizo en la escena final, como una venganza que acompañaba al último órdago de Cassie.
La fatalidad de una vendetta
Promising Young Woman es una historia trágica. Porque sí, vemos a una justiciera haciendo pagar a malas personas. Vemos a alguien revelarse ante una sociedad que prefiere apartar la mirada antes que ver a los ojos de la opresión. Podría verse como una narrativa de empoderamiento, incluso. Pero no. Que una persona tire su vida por la borda a causa de que el sistema amparó a los culpables no es algo positivo precisamente.
Cassie era una joven prometedora que lo perdió todo, convirtiéndose en alguien que nunca tuvo que ser. La venganza que llevó a cabo no hizo más feliz a nadie. Sí, hizo justicia y logró que una serie de criminales enfrentaran las consecuencias de sus acciones, que era lo que buscaba. Sin embargo, ni siquiera eso trajo tranquilidad o satisfacción; al contrario, deja aún más la sensación de que una persona inocente fue consumida por una horrible situación que, en primer lugar, nunca debió ocurrir.
Promising Young Woman es un grito que visibiliza muchos problemas de la sociedad humana y cómo estos son enfocados por sus propios integrantes. Volviendo nuevamente al inicio, ¿las personas cambian? Una vez más, posiblemente. Como bien enseña la película, solo es posible si se hace desde el corazón y de forma genuina. Al final, está en cada quien hacer lo correcto para que no haya más jóvenes prometedoras y sí más Cassandra “Cassie” Thomas.
Y a ti, ¿qué te parece Promising Young Woman?
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